sábado, 16 de junio de 2012

—Te quiero. —¿Para siempre?. —Para mi. —¿Pero para siempre?. —Mientras seas para mi, no me importa el tiempo.

Y sinceramente me pregunto si ellos también sienten ese ligero cosquilleo en sus estómagos. Si se les escapa una sonrisilla cuando escuchan nuestros nombres en boca de otros. Si esperan ansiosos a que nos conectemos. Si piensan en nosotras las veinticuatro horas diarias. Si sueñan con nosotras día sí y noche también. Si te echan de menos todo el tiempo. Si ellos también analizan cada frase/palabra/sílaba/letra que dices.

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